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Características de la Iglesia Católica:


La iglesia católica es la más grande del mundo, cuenta con más de 1.200 millones de fieles creyentes. La religión católica hace que nos reunamos con Dios a través del cristianismo. Las características de la Iglesia Católica la distinguen de cualquier otro grupo religioso, político, étnico o cultural. Conozca más sobre nuestra iglesia a continuación. ] ¿CUÁLES SON LAS CARACTERÍSTICAS FUNDAMENTALES DE LA IGLESIA CATÓLICA?

Primeramente, la Iglesia Católica es el Pueblo de Dios, la reunión de todos aquellos que quieren vivir en unión con Dios. A través del bautismo se logra formar parte de la Iglesia Católica y del Pueblo de Dios. Sus características más fundamentales y reconocidas mundialmente son las siguientes cuatro, también conocidas como marcas o cualidades: LA IGLESIA ES UNA

Jesús fundó solamente una Iglesia, que según la Biblia, es la esposa de Cristo. Jesús sólo puede tener UNA esposa y ella es la Iglesia Católica. Por ende, sólo enseña UNA doctrina, la cual debe ser idéntica a la que enseñaron los Apóstoles, considerada como la unidad en la fe.

Hay algunos católicos que disienten de la doctrina oficial, pero ésta nunca ha sido cambiada, para eso la autoridad máxima de la Iglesia, el Papa, se encarga de propagar la enseñanza de Cristo y su doctrina.

ES SANTA


Así como Jesús es Santo, también hace Santa a la Iglesia. No por ello sus miembros son santos, hay buenos y malos miembros, pero tampoco todos van al cielo. La Iglesia es Santa en sí misma, porque es la fuente de santidad y guardiana de los medios que comunican la gracia: los sacramentos.


ES CATÓLICA


La Iglesia de Cristo es un don para todas las gentes, de su nombre se origina esta afirmación, Católica significa “universal” en griego. Cristo dijo a sus apóstoles que llevaran su mensaje e hicieran discípulos en todas las naciones.

Por más de dos mil años la Iglesia Católica ha llevado adelante esa misión y ha predicado la buena nueva de Cristo, quien quiere que seamos miembros de una misma familia universal. Hoy día la Iglesia Católica está en todas partes del mundo y su misión sigue en pie, ganando discípulos en todas las naciones.

ES APOSTÓLICA

Jesús fundó una iglesia apostólica porque Él eligió a los Apóstoles para que fueran los primeros líderes de ella y formaran a sus sucesores también como futuros líderes. Estos apóstoles fueron los primeros obispos y desde el primer siglo existió una sucesión ininterrumpida de ellos, quienes fueron transmitiendo fielmente, de generación en generación, lo que aquellos primeros apóstoles enseñaron a los primeros cristianos, usando para ello las Escrituras y la Tradición Oral.

Entre esas enseñanzas están la resurrección corporal de Jesús, la presencia de Cristo en la Eucaristía, el perdón de los pecados otorgado por los sacerdotes, el sacrificio de la Misa, regeneración bautismal, creer en el purgatorio, en la Virgen María y muchas más. Los primeros cristianos eran profundamente católicos en la fe y en la práctica, así como creyentes en las palabras de los sucesores de los apóstoles, que aún continúa así, algo que no se ve en cualquier otra iglesia. IGLESIA CATÓLICA ROMANA

Esta iglesia es la mayor de las iglesias cristianas, está presente en todas partes del mundo. Se le llama Romana porque sus raíces están en Roma, Italia, además de la importancia que le conceden al ministerio mundial del obispo de Roma, es decir, al Papa. El distanciamiento ocurrido entre la Iglesia Católica de Occidente con la Iglesia Ortodoxa de Oriente en el primer milenio, separaron a las dos regiones en relación a la teología, liturgia y prácticas disciplinarias. Existen varias iglesias orientales que están en plena comunión con la Iglesia Católica Romana.

La iglesia Católica Romana asegura ser la única iglesia verdadera instituida por Cristo y sus apóstoles, basada sobre Pedro de quien se dice fue nombrado primer Papa por Cristo. A pesar de eso, muchos católicos creen que muchas de las doctrinas que les enseñaron no provienen de la Biblia, sino de la tradición de la Iglesia que se desarrolló en la época medieval, que son contrarias a las enseñanzas de la Palabra de Dios. Por esa razón han ido dejando a la Iglesia por convicción propia. Es importante que los católicos romanos y cristianos se mantengan unidos y manifestando respeto, tolerancia y diálogo, por muchas cosas que tienen en común y que vale la pena mantener.

Cuando el credo reza: “Creo en la iglesia Católica…”, se refiere a creer en la iglesia universal de Cristo, no en una organización o denominación cristiana religiosa. Igualmente cuando el credo dice: “creo en la comunión con los santos” está diciendo que cree en la comunión entre los santos o creyentes vivos, no a rezar a los santos muertos, los que no nos oyen, ya que están en el cielo, con el Señor. Todo cristiano, según la Biblia, es santo, apartado para Dios.

SACRAMENTOS

Los católicos romanos conceden especial importancia al Bautismo y la Eucaristía, sacramentos cristianos que significan, el primero, la entrada a la vida cristiana y el segundo, el memorial de la muerte y resurrección de Cristo.








El Catecismo


El Catecismo de la Iglesia Católica tiene como finalidad varios puntos:


 Presentar en resumen todos los contenidos esenciales y fundamentales de la fe de la Iglesia.  Facilitar un vademécum a todas las personas, creyentes y no creyentes, para abarcar el conjunto de la fe católica, de manera fácil de comprender.  Ofrecer la posibilidad de conocer mejor el Catecismo, como exposición de la fe católica. El catecismo va destinado a toda la Iglesia y a cada cristiano que quiera renovar su compromiso de evangelización y educación de la fe. Igualmente a quien desee, sea creyente o no, conocer de manera sintética o resumida la fe de la Iglesia. La propuesta de elaboración del Catecismo de la Iglesia Católica (CIC), se llevó a cabo en la Asamblea Extraordinaria del Sínodo de los Obispos convocada en 1985, en ocasión del XX aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II. MAGISTERIO Este constituye el oficio que Cristo confirió a los Apóstoles y a sus sucesores para custodiar, interpretar y proponer la verdad revelada y el conjunto de enseñanzas, bajo su nombre y autorización, que les fueron entregadas en el ejercicio de ese oficio. El magisterio es auténtico, instituido por Cristo y está vivo, por la permanente asistencia del Espíritu Santo. Cristo le concedió a los pastores el don de la infalibilidad, al igual que lo poseen el Pontífice Romano y el Colegio Episcopal, el cual ejercen mediante distintas modalidades para enseñar la fe y las costumbres cristianas, las cuales son:  Según la forma de ejercicio: magisterio solemne, tal como las enseñanzas del Papa ex cátedra o de un concilio ecuménico; así también como el magisterio ordinario;  Según la extensión, el magisterio universal el cual se sostiene con consentimiento moralmente unánime; o magisterio particular;  Según el grado de autoridad, es el magisterio netamente auténtico, viene siendo el de los pastores cuando actúan como tales; magisterio auténtico infalible, el mismo magisterio solemne en verdades de fe y el ordinario y/o universal que transmite la certeza de tales doctrinas.

La función magisterial le corresponde a los ministros sagrados, quienes están legitimados por el ordenamiento, para enseñar en nombre de Cristo y de la Iglesia, en forma pública.

PUEBLO DE DIOS

Esta definición está contemplada en el Concilio Vaticano II refiriéndose a la Iglesia como Pueblo de Dios.


No es de carácter sociológico sino que nos involucra en el ámbito propio del obrar de Dios, es por eso que es una figura bíblica en profundidad. Su principal origen es el amor y la unidad de Dios, que creó al hombre a “imagen y semejanza”. Jesucristo es su origen más cercano, siendo su animación actual obra del Espíritu Santo y su destino, el Reino de Dios. Así lo define la Iglesia, según el Concilio Vaticano II. El catecismo de la Iglesia es muy claro y dice lo siguiente: “Es el Pueblo de Dios: Dios no pertenece en propiedad a ningún pueblo. Pero él, nos dice, se ha adquirido para sí un pueblo al que están llamados todos los hijos de Dios, por ello es universal”. ¿EN QUÉ CONSISTE EL PUEBLO DE DIOS? Para ser miembro de ese Pueblo no es sólo nacer físicamente en él, o pertenecer a una raza determinada, sino por un “nacimiento de arriba”, “del agua y del Espíritu Santo”, lo que es lo mismo, por la fe en Cristo y el Bautismo. La cabeza de este Pueblo es Jesús, el Cristo “el ungido”; la identidad es la dignidad y la libertad de los hijos de Dios, teniendo en sus corazones el Espíritu Santo como en su templo.

Su ley imperante es el mandamiento nuevo del amor, amar como Cristo nos amó, la cual se hace realidad por medio del Espíritu Santo. En cuanto a su misión es ser sal de la tierra y luz del mundo extendida a todo el género humano y su destino es el reino de Dios, ya comenzado por Jesús en este mundo. Fuente:

Róger Pavón


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