La Iglesia, para comenzar el año litúrgico, celebra la llegada de Cristo con una gran fiesta a la cual llamamos Navidad. Esta fiesta es tan importante para los cristianos que la Iglesia, antes de celebrarla, prepara a sus hijos durante el período conocido como Adviento. Ya desde tiempos remotos la Iglesia acostumbra tener esta preparació
¿Qué significa Adviento?
La palabra Adviento, como se conoce esta temporada, significa "llegada" y claramente indica el espíritu de vigilia y preparación que los cristianos deben vivir. Al igual que se prepara la casa para recibir a un invitado muy especial y celebrar su estancia con nosotros, durante los cuatro domingos que anteceden a la fiesta de Navidad, los cristianos preparan su alma para recibir a Cristo y celebrar con Él su presencia entre nosotros.
Este tiempo es muy característico pensar: ¿cómo vamos a celebrar la Noche Buena y el día de Navidad? ¿Con quién vamos a disfrutar estas fiestas? ¿qué vamos a regalar?
Pero todo este ajetreo no tiene sentido si no consideramos que Cristo es el festejado a quien tenemos que acompañar y agasajar en ese día. Cristo quiere que le demos lo más preciado que tenemos: nuestra propia vida; por lo que el período de Adviento nos sirve para preparar ese regalo que Jesús quiere, es decir, el adviento es un tiempo para tomar conciencia de lo que vamos a celebrar y de preparación espiritual.
Durante el Adviento los cristianos renuevan el deseo de recibir a Cristo por medio de la oración, el sacrificio, la generosidad y la caridad con los que nos rodean, es decir, renovarnos procurando ser mejores para recibir a Jesús.
¿Cuál es la liturgia que se propone para el tiempo de adviento?
La Iglesia durante las cuatro semanas anteriores a la Navidad y especialmente los domingos dedica la liturgia de la misa a la contemplación de la primera "llegada" de Cristo a la tierra, de su próxima "llegada" triunfal y la disposición que debemos tener para recibirlo.
El color morado de los ornamentos usados en sus celebraciones nos recuerda la actitud de penitencia y sacrificio que todos los cristianos debemos tener para prepararnos a tan importante evento.
¿Qué debemos hacer como iglesia domestica?
La familia como Iglesia doméstica procura reunirse para hacer más profunda esta preparación. Algunas familias se unen para orar en torno a una corona de ramas de hojas perennes sobre la cuál colocan velas que van encendiendo cada domingo. En otros lugares se elabora un calendario en el cuál se marcan los días que pasan hasta llegar al día de Navidad.
En todas estas reuniones el sentido de penitencia y sacrificio se enriquece por la esperanza y el espíritu de fraternidad y generosidad que surge de la alegría de que Dios pronto estará con nosotros.
La Corona de Adviento
La corona de adviento es un símbolo de esperanza, pues la luz de Jesucristo triunfará sobre las tinieblas y la muerte
La corona de adviento, también conocida como guirnalda, tiene un claro sentido simbólico.
Este elemento sirve para ayudar a las familias cristianas en la preparación de la Navidad. De hecho, se trata del primer
anuncio sobre la Navidad. Representa la esperanza del pueblo de Israel en el Mesías prometido.
¿Qué forma tiene la corona?
La corona tiene forma circular, lo cual expresa la idea de eternidad asociada a Dios. Sus ramas de color verde simbolizan la esperanza, así como el crecimiento espiritual y la actitud de esperanza activa en el Creador. Al mismo tiempo, recuerda la importancia de estar preparados y con el espíritu abierto para recibir a Jesucristo.
Si la corona está envuelta con algún adorno rojo, se hace referencia al amor de Dios hacia los hombres, así como el amor de los hombres hacia Él. Si la corona incorpora ramas o listones blancos, este elemento simboliza la idea de pureza.
Sobre la corona se colocan cuatro velas separadas, lo que simboliza los cuatro domingos anteriores a la llegada de la Navidad. El primer domingo se enciende una vela y así sucesivamente hasta llegar a las cuatro velas. Por último, la corona se decora con una vela de color blanco que se enciende la noche del 24 de diciembre y que representa la luz de la Navidad.
En la celebración de la eucaristía durante el tercer domingo se enciende una vela rosa, con la que se expresa la alegría por la próxima llegada de la Navidad. Durante la eucaristía, los ornamentos del sacerdote y del altar son de color rosa y de esta manera se invita a los fieles a participar de la alegría del periodo navideño.
¿COMO ESTA FORMADA LA CORONA?
La corona está formada por una gran variedad de símbolos:
La forma circular
El círculo no tiene principio ni fin. Es señal del amor de Dios que es eterno, sin principio y sin fin, y también de nuestro amor a Dios y al prójimo que nunca debe de terminar.
Las ramas verdes
Verde es el color de esperanza y vida, y Dios quiere que esperemos su gracia, el perdón de los pecados y la gloria eterna al final de nuestras vidas. El anhelo más importante en nuestras vidas debe ser llegar a una unión más estrecha con Dios, nuestro Padre.
Las cuatro velas
Nos hace pensar en la obscuridad provocada por el pecado que ciega al hombre y lo aleja de Dios. Después de la primera caída del hombre, Dios fue dando poco a poco una esperanza de salvación que iluminó todo el universo como las velas la corona. Así como las tinieblas se disipan con cada vela que encendemos, los siglos se fueron iluminando con la cada vez más cercana llegada de Cristo a nuestro mundo.
Son cuatro velas las que se ponen en la corona y se prenden de una en una, durante los cuatro domingos de adviento al hacer la oración en familia.
Las manzanas rojas que adornan la corona representan los frutos del jardín del Edén con Adán y Eva que trajeron el pecado al mundo, pero recibieron también la promesa del Salvador Universal.
El listón rojo representa nuestro amor a Dios y el amor de Dios que nos envuelve.
Los domingos de Adviento la familia o la comunidad se reúne en torno a la corona de adviento. Luego, se lee la Biblia y alguna meditación. La corona se puede llevar al templo para ser bendecida por el sacerdote.
La oración
La Corona se lleva a bendecir a la Iglesia el primer domingo de Adviento y después se coloca en un lugar digno de la casa, como en la mesa del comedor.
Cada domingo de Adviento se reúne la familia en torno a la Corona, preparándose para la Navidad con su oración, pero también con sus buenas obras.
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